Alternativas al día de la hispanidad
Les voy a ser franco (con perdón). A mi esto de la fiesta nacional me motiva lo mismo que un partido de cúrling en televisión a las tres de la madrugada. Ya lo dijo aquél: "Le jour du quatorze-Juillet, Je reste dans mon lit douillet; La musique qui marche au pas, Cela ne me regarde pas", que traducido quiere decir "bajen el volumen de los clarines, que no son horas". Pero la patria cotiza a la alza en la bolsa de las modas sociales y las fábricas de banderas (de aquí o de allá) hacen su agosto. Sin ir más lejos, en un acto político hace unos días el orador gritó "Todos los de esta sala son unos patriotas", y el público en vez sentirse insultado, empezó a aplaudir.
En el resto del mundo, los días nacionales son días normales. En la mayoría de países el día nacional es el día de la independencia, como en la India, en Colombia, en Samoa Occidental o en Liechtenstein. Incluso la Sente Sede celebra su fiesta nacional el 11 de febrero para conmemorar la secesión de Italia, aunque allá entre canonizaciones y efebofilias tampoco creo que noten la diferencia, porque en la Santa Sede cada día es una fiesta. En Irlanda, que son más cachondos, celebran el día de San Patricio uno de los preludios de las gay parades. En Japón o en los Países Bajos, coincide con el cumpleaños del Emperador o de la Reina, de manera que cuando mueren los monarcas hay que volver a editar todos los calendarios. Los países escandinavos son tan perfectos que hacen coincidir la fiesta nacional con el día de la Constitución. Aquí no tendría mucho éxito la propuesta, porque un día de fiesta menos generaría más tensión que un libro en la casa de Gran Hermano. Bueno, tampoco hay que exagerar.
En España ya saben ustedes que la Fiesta Nacional coincide con el día en que don Cristóbal Colón holló América y desencadenó el exterminio de los mayas y los incas, el tráfico de esclavos, la rapiña del oro y la plata, y los desastres posteriores como la bachata, los sombreros mexicanos, Luis Miguel, Playa Bávaro, Ronald Reagan o los tarotistas con acento. Dicen que don Colón a su regreso a Barcelona comentó en el Saló del Tinell: "La he liado parda". Lo que les quiero decir es que de todos los días del calendario, el más lamentable es precisamente ese infausto 12 de octubre, en que un grupo de gañanes inició un genocidio inmisericorde. Por cierto, ese día también se celebra que Margaret Thatcher sobrevivió a un ataque terrorista, cuando unos desalmados colocaron un bomba en el retrete de la dama de hierro, aunque algunos malentencionados dijesen con la boca pequeña que tal vez la Premier había abusado de los beens en el desayuno.
Si no hay más remedio que celebrar un día nacional, en vez del 12 de octubre que sólo genera una vergüenza colectiva, propongo algunas alternativas, siguiendo una propuesta del ínclito don Mitxel:
El 19 de marzo. El 19 de marzo de 1812 las Cortes de Cádiz promulgaron la Pepa, una constitución bastante avanzada para su tiempo, uno de los últimos intentos de convertir el país en un proyecto serio. Más tarde, el "Viva la Pepa" sería sinónimo de cachondeo. Podemos aprovechar el bicentenario para hacer el cambiazo.
El 8 de julio. La Constitución del 8 de julio de 1808 fue promovida por el simpático Pepe Botella en la ciudad de Bayona y está redactada en francés. Aunque no llegó a ser aplicada es, de hecho, la primera constitución española y así tendríamos algo más en común con Dinamarca. Y además es mi aniversario, lo que no es moco de pavo.
El 14 de abril. Como saben ustedes, el 14 de abril de 1931 se proclamó la II República y aunque ahora está de moda decir que aquello fue un desastre, supuso la última oportunidad de convertir este país es un país serio y moderno. Además el Himno de Riego es bastante más bailable que la actual marcha.
El 26 de abril. El 26 de abril de 1936 los aviones nazis aliados con las tropas del alzamiento iniciaron el bombardeo sistemático de la ciudad vasca de Guernica. Recordar el 26 de abril sería una forma de mantener el recuerdo de la barbarie y reforzar nuestro compromiso con la paz. Aunque si uno revisa las exportaciones españolas de armas, casi que lo dejamos.
El 23 de abril. Como saben, es el día en que murieron Shakespeare y Miguel de Cervantes, además de Garcilaso de la Vega. No estaría mal que la fiesta nacional se asociase a un evento cultural, como el Sant Jordí catalán. Aunque en el país de Igartiburu, de Javier Vázquez o de Karmele Marchante pudiera parecer un "quiero y no puedo".
El 21 de septiembre. Como contrapunto a la fiesta de hispanidad, les propongo la edición de la Brevísima relación de la historia de las Indias, la versión censurada de la obra de Bartolomé de las Casas, en la que detalla la violación de todos los derechos humanos en las Indias, uno por uno. El 21 de septiembre de 1556 un cédula real recogió la queja del buen fraile, aunque como sabemos le hicieron el mismo caso que Correa a su conciencia.
El 4 de agosto. Siguiendo la tradición japonesa o belga, podríamos hacer coincidir la fiesta nacional con el aniversario del Presidente del Gobierno. Algunos candidatos podrían hacer de su natalicio el principal argumento político. Imagínense un candidato a presidente nacido el 9 de septiembre: Podría generar un puente del tamaño del Acueducto de Segovia.
El 4 de febrero. El 4 de febrero de 2004 el entonces presidente José María Aznar defendió ante el Congreso de los Estados Unidos la necesidad de invadir Irak. Puestos a conmemorar genocidios, optemos por uno más contemporáneo.
Y, por cierto, felicidades o las pilares y a los pilares, que lo cortés no quita lo valiente.
En el resto del mundo, los días nacionales son días normales. En la mayoría de países el día nacional es el día de la independencia, como en la India, en Colombia, en Samoa Occidental o en Liechtenstein. Incluso la Sente Sede celebra su fiesta nacional el 11 de febrero para conmemorar la secesión de Italia, aunque allá entre canonizaciones y efebofilias tampoco creo que noten la diferencia, porque en la Santa Sede cada día es una fiesta. En Irlanda, que son más cachondos, celebran el día de San Patricio uno de los preludios de las gay parades. En Japón o en los Países Bajos, coincide con el cumpleaños del Emperador o de la Reina, de manera que cuando mueren los monarcas hay que volver a editar todos los calendarios. Los países escandinavos son tan perfectos que hacen coincidir la fiesta nacional con el día de la Constitución. Aquí no tendría mucho éxito la propuesta, porque un día de fiesta menos generaría más tensión que un libro en la casa de Gran Hermano. Bueno, tampoco hay que exagerar.
En España ya saben ustedes que la Fiesta Nacional coincide con el día en que don Cristóbal Colón holló América y desencadenó el exterminio de los mayas y los incas, el tráfico de esclavos, la rapiña del oro y la plata, y los desastres posteriores como la bachata, los sombreros mexicanos, Luis Miguel, Playa Bávaro, Ronald Reagan o los tarotistas con acento. Dicen que don Colón a su regreso a Barcelona comentó en el Saló del Tinell: "La he liado parda". Lo que les quiero decir es que de todos los días del calendario, el más lamentable es precisamente ese infausto 12 de octubre, en que un grupo de gañanes inició un genocidio inmisericorde. Por cierto, ese día también se celebra que Margaret Thatcher sobrevivió a un ataque terrorista, cuando unos desalmados colocaron un bomba en el retrete de la dama de hierro, aunque algunos malentencionados dijesen con la boca pequeña que tal vez la Premier había abusado de los beens en el desayuno.
Si no hay más remedio que celebrar un día nacional, en vez del 12 de octubre que sólo genera una vergüenza colectiva, propongo algunas alternativas, siguiendo una propuesta del ínclito don Mitxel:
El 19 de marzo. El 19 de marzo de 1812 las Cortes de Cádiz promulgaron la Pepa, una constitución bastante avanzada para su tiempo, uno de los últimos intentos de convertir el país en un proyecto serio. Más tarde, el "Viva la Pepa" sería sinónimo de cachondeo. Podemos aprovechar el bicentenario para hacer el cambiazo.
El 8 de julio. La Constitución del 8 de julio de 1808 fue promovida por el simpático Pepe Botella en la ciudad de Bayona y está redactada en francés. Aunque no llegó a ser aplicada es, de hecho, la primera constitución española y así tendríamos algo más en común con Dinamarca. Y además es mi aniversario, lo que no es moco de pavo.
El 14 de abril. Como saben ustedes, el 14 de abril de 1931 se proclamó la II República y aunque ahora está de moda decir que aquello fue un desastre, supuso la última oportunidad de convertir este país es un país serio y moderno. Además el Himno de Riego es bastante más bailable que la actual marcha.
El 26 de abril. El 26 de abril de 1936 los aviones nazis aliados con las tropas del alzamiento iniciaron el bombardeo sistemático de la ciudad vasca de Guernica. Recordar el 26 de abril sería una forma de mantener el recuerdo de la barbarie y reforzar nuestro compromiso con la paz. Aunque si uno revisa las exportaciones españolas de armas, casi que lo dejamos.
El 23 de abril. Como saben, es el día en que murieron Shakespeare y Miguel de Cervantes, además de Garcilaso de la Vega. No estaría mal que la fiesta nacional se asociase a un evento cultural, como el Sant Jordí catalán. Aunque en el país de Igartiburu, de Javier Vázquez o de Karmele Marchante pudiera parecer un "quiero y no puedo".
El 21 de septiembre. Como contrapunto a la fiesta de hispanidad, les propongo la edición de la Brevísima relación de la historia de las Indias, la versión censurada de la obra de Bartolomé de las Casas, en la que detalla la violación de todos los derechos humanos en las Indias, uno por uno. El 21 de septiembre de 1556 un cédula real recogió la queja del buen fraile, aunque como sabemos le hicieron el mismo caso que Correa a su conciencia.
El 4 de agosto. Siguiendo la tradición japonesa o belga, podríamos hacer coincidir la fiesta nacional con el aniversario del Presidente del Gobierno. Algunos candidatos podrían hacer de su natalicio el principal argumento político. Imagínense un candidato a presidente nacido el 9 de septiembre: Podría generar un puente del tamaño del Acueducto de Segovia.
El 4 de febrero. El 4 de febrero de 2004 el entonces presidente José María Aznar defendió ante el Congreso de los Estados Unidos la necesidad de invadir Irak. Puestos a conmemorar genocidios, optemos por uno más contemporáneo.
Y, por cierto, felicidades o las pilares y a los pilares, que lo cortés no quita lo valiente.
Comentaris
"Aquí no tendría mucho éxito la propuesta, porque un día de fiesta menos generaría más tensión que un libro en la casa de Gran Hermano"
"Unos desalmados colocaron un bomba en el retrete de la dama de hierro, aunque algunos malentencionados dijesen con la boca pequeña que tal vez la Premier había abusado de los beens en el desayuno"
"Le hicieron el mismo caso que Correa a su consciencia"
Créame. Cuando deja de hacer posts a encargo de la cúpula y se le suelta la melena en plan Joaquín Sabina, gana mucho.
El 23 de abril no nacieron Shakespeare y Cervantes. Ese día murieron.
En cuanto a la propuesta , estaría de acuerdo si son declaradas festivas todas las fechas que propones. Sí, creo que me gustaría.
Bon post, em quedo amb el 4 de febrer, no com a Fiesta Nacional, sinó com a millor acudit de l'any! L'has clavada.
Salut!
mitxel
certament és vergonyós el que se celebra el 12-O.
Gràcies, com sempre, mama.
Octavi
Potser la llengua i alguns elements culturals, no sé. En tot cas, trobo de molt mal gust celebrar una conquesta.
Anónimos
"Amb la boca diem merda, però després ens la mengem". Jo no vull ser perapunyetes però aquesta metàfora no té ni cap ni peus. Si és la mateixa boca la qui ho diu i la que se la menja, em sembla força coherent. Potser podries dir "Amb la boca dius spaguettis a la carbonara, però després et menges merda". Això tindria més sentit. O dir "Amb la boca dius merda, però després et menges uns cargols a la llauna". També. Però dir "merda" i menjar "merda" em sembla força coherent, no?.
Schopenhauer
Iba a escribir que lo del 12-O tardaremos en olvidarlo 19 días y 500 noches, pero me dio miedo de la SGAE.
Puntualizadores
Tienen ustedes dos razón.
RS
És el que tenen els patriotes. Odien els altres patriotes, però en el fons són idèntics. Només canvia el color de les banderes. I gràcies, company.
Mitxel + don Royo
Cierto es. Lo corrijo de inmediato.
Pedro
Arriba un moment en el que la saturació de símbols em sembla excesiva. Com deia al principi del post, a mi les festes nacionals (vull dir totes elles) en general em deixen indiferent.
Saludos,
Lille Skvat
http://lilleskvat.blogspot.com/
Bon article, tot i que em sumo a l'esment a la Ministra de Defensa i hi afegeixo encara una frase del president dels quatre milions d'aturats:
"[La actitud de quienes exageran la mala situación económica es] antipatriótica, inaceptable y demagógica"
1. No cal que facis d'advocat defensor d'en Carretero perquè l'orador en qüestió no va ser pas ell. En tot cas, rellegint el meu text no he vist cap insult. Si m'il·lumines amb la teva perspicàcia, de ben segur que veuré allò que ara no veig.
2. He fet un post sencer criticant el 12-O. I un paràgraf al·ludint a reagrupament. Et diria que a mi les festes nacionals, les banderes i els himnes no em produeixen ni fred ni calor, però em limito a demanar-te que, sense que serveixi de precedent, et llegeixis el post. Si et sembla escrit per algú que plora d'emoció davant d'una desfilada i que se li inflama el cor veient una bandera de 12 metres per 12 metres, llavors és que no m'explico massa bé.
3. Jo no diré el que deia la Polla Records ("un patriota, un idiota"). Respecto les persones que s'emocionen amb les pàtries, igual que respecto els qui s'emocionen amb Bach, amb les foques o amb els power points que tenen postes de sol. Simplement demano el meu dret a no sentir res especial davant els himnes, les banderes, les festes nacionals, els escuts i les pàtries.
4. No tinc cap projecte vital que s'assembli a ser "un patriota". Però això no vol dir que em consideri apàtrida o ciutadà del món. Soc d'on soc i això no em fa sentir-me especialment orgullós ni important, però tampoc hi renegaré. No sé pensar en mi mateix sinó és amb el meu pòsit cultural, amb la meva llengua, amb els meus paisatges quotidians. No ser patriota no vol dir que qualsevol menció a Catalunya em produeixi urticària.
"Mi idea de patria se basa en tres elementos centrales:
1. Relativismo. La patria que te ha tocado es como tus padres: no lo has elegido. No tiene ningún mérito ser italiano o kazako porque la nacionalidad es ajena a nuestra voluntad.
2. Ciudadano del mundo. No creo que mi país es el mejor, ni quiero hundir al vecino. Me preocupa la situación de Cuba, la de Myanmar o la de Marruecos. Si ser patriota es negar al vecino, me borro.
3. Concepto de patriota. Para mi, respetar tu nación / patria / país es reducir la contaminación, procurar su conservación, respetar las leyes, pagar impuestos, limpiar las cacas de los perros, participar en el AMPA del colegio, luchar contra la intolerancia, hacer justicia con el pasado...
Poner una bandera en el balcón, ver un desfile militar o poner un adhesivo en el coche es mucho menos patriótico que tirar el aceite de la cocina en un contenedor especial."
Amén
Compartiendo esa lectura de lo que debe suponer el patriotismo, y no compartiendo la diferencia que expresas entre tu patriotismo -bueno- y el de Pedro -malo-, esta semana hemos leído varias cosas, a saber:
1- El gobierno del Reino sigue colmando de ayudas a la industria minera del pueblo del presidente.
2- El gobierno del Reino dice que aplicará el estatuto diga lo que diga el Constitucional.
3- El gobierno del Reino sigue defendiendo la supresión de determinados impuestos, como el de patrimonio, para dar respuesta a los que no los pagan.
4- El gobierno del reino sigue adelante con su desatinada reforma de la ley de extranjería, que recorta derechos fundamentales de los subespañoles.
5- El gobierno del Reino se niega a anular el "juicio" que sirvió a los fascistas para asesinar al presidente democrático de los catalanes, a pesar de haberse comprometido a ello públicamente.
6- El gobierno del Reino sigue sacando tanques y banderas gigantes a la calle cada 12-O, y rindiendo pleitesía al Borbón designado por el Caudillo.
Però ja veus que hi ha gent que no pot entendre que a alguns les pàtries, els himnes, les banderes i totes les parafernàlies associades no ens facin ni fred ni calor, i que no tinguem cap complex per no ser patriotes d'enlloc.
En relació amb això, jo sempre recordo que, amb ocasió de la defunció d'una personalitat (no recordo qui), li van preguntar al MH Jordi Pujol sobre ell, i tot el que va dir com a elogi és que "era un patriota". I jo vaig pensar, vaja, què trist, espero que quan em toqui algú pugui dir de mi alguna cosa millor, perquè patriota així, a seques, també es podria dir de Slobodan Milošević o Radovan Karadžić.
Per cert, les càmeres van captar durant la desfilada una "conversa privada" entre els líders del nacionalisme espanyol, 2 del PP i del PSOE, i que jo sàpiga ningú ha posat el crit al cel com va passar amb el cas Sirera.
se piensa que los ciudadanos somos algo tontos? Pues no: en realidad, ya esperábamos
que el gobierno no modificara las SICAV, instrumentos de inversión financiera de los
poderosos. Aunque ¿quién sabe? Igual en el Parlamento se aprovecha para tratar a los
poderosos como al resto de contribuyentes (o viceversa). Aunque solo sea para acercar
palabras y hechos -al menos en esto.