RyanAir
Vivimos en una sociedad tan rápida, tan fugaz, tan líquida, que los tópicos tienen muchas posibilidades de convertirse en verdades absolutas. Al turismo le pasa lo mismo que al fútbol: todos llevamos un entrenador dentro y también todos hemos viajado en un momento u otro. Pero no es lo mismo ejercer de turista (o de futbolista) que conocer los mecanismos, los procesos y los efectos del turismo en un destino. De una forma casi unánime, se ha instalado en la sociedad la percepción de que las compañías aéreas de bajo coste (en realidad son de bajo precio, pero esta batalla terminológica está perdida) son empresas que transportan turistas sin recursos y sin educación. Un lastre social que casi mejor nos evitamos.
Sería fácil contrastar este tópico. Bastaría con coger un vuelo un mes de enero con destino a cualquier capital europea. Un rápido examen de los pasajeros demostraría que billetes a bajo precio no es sinónimo de pasajeros con pocos recursos. Pero es más fiable que nos guiemos por los estudios sobre los visitantes del aeropuerto. La Universitat de Girona lleva varios años encuestando a los pasajeros del Aeropuerto Costa Brava Girona, en su inmensa mayoría usuarios de vuelos de bajo coste. Los resultados demuestran que los visitantes tienen un nivel económico elevado y un gasto medio en el territorio muy superior al gasto medio de los visitantes. Es un pasajero joven, viajero experto, con un nivel cultural alto, que destina al territorio el dinero que ahorra en el pasaje. Hacerse con una buena oferta exige una cierta pericia que la brecha digital no ha universalizado todavía.
Tomemos, por ejemplo, los resultados del estudio de verano de 2010, cuando recogimos los datos de 1620 usuarios del aeropuerto, siguiendo los estandáres de este tipo de análisis. Más de la mitad de los usuarios del aeropuerto son receptores, es decir, pasajeros que llegan al área de influencia de Girona. Y un 6% son pasajeros en tránsito. Es decir, usan el aeropuerto de Girona como un hub de conexión entre un origen y un destino. Un tercio de los visitantes receptores acuden a la ciudad de Barcelona, aunque el principal destino es el litoral de Girona. El área de influencia del aeropuerto se extiende más allá de los límites de la Demarcación, hacia el sur de Francia, el Maresme Norte y la Catalunya Central. O sea que el Aeropuerto Girona Costa Brava es en realidad el aeropuerto del centro del eje mediterráneo.
Pero tal vez el dato más relevante del estudio sea éste: sólo un 22% de los visitantes tienen como principal motivación el sol y la playa. En otras palabras, de cada diez pasajeros que llegan al aeropuerto situado en Vilobí d’Onyar durante el verano sólo dos tienen la intención principal de disfrutar de unos días de playa. El resto llegan por un número tan amplio de motivos que no hay espacio en este escrito para detallarlos: actividades deportivas, golf, deportes náuticos, negocios, salud, visita de familiares, compras, formación, turismo urbano… Y no, esta proporción no se explica por la influencia de la ciudad de Barcelona. Sólo un tercio de los pasajeros que llegan al litoral de la Costa Brava desde el aeropuerto en verano tienen como motivación principal el sol y la playa. El Aeropuerto de Girona Costa Brava ha sido una de las piezas esenciales en la capacidad de resistencia que ha demostrado el turismo durante los últimos años. Ha sido el atractor de una nueva demanda inducida, que ha premiado las iniciativas más innovadoras, las que tienen más futuro.
El estudio proporciona muchos otros datos sobre la incidencia en la oferta de alojamiento, las estrategias de compra, el efecto del territorio o la estancia media. Pero conviene detenerse en un dato concreto. Cuando preguntamos a los usuarios del aeropuerto si habrían llegado al destino en el caso de que no existiera una oferta de bajo coste, sólo un 40% respondió afirmativamente. Disponemos de los primeros datos de invierno. Y en este caso, se refuerza la función económica del aeropuerto, ya que la motivación “negocios” adquiere una relevancia muy notable. A su vez, se constata una elevada dispersión territorial y una fuerte incidencia del efecto bajo coste.
RyanAir es una pieza básica de la economía de Girona. Influye de manera directa en la oferta comercial, en el sector industrial, en las exportaciones, en el sector turístico, en la oferta gastronómica. La compañía explica la reactivación de un aeropuerto que languidecía y ha permitido la conexión internacional de la demarcación en congresos, innovación tecnológica, nuevos productos turísticos, gastronomía de alta gama o en la imagen exterior del país. Ignoro los detalles del pulso entre la Generalitat y la compañía y entiendo que existen muchas variables en juego y decisiones políticas que van más allá de unos cuantos estudios. La decisión no es simple ni obvia. Tan sólo quería contrastar el tópico sobre los pasajeros de bajo coste y su efecto en la economía de Girona y del conjunto del país. Aquí sí que la evidencia empírica es evidente: justo la contraria que alimenta el tópico.
[La imatge és un fragment d'un quadre del meu amic Perevalsky]
Sería fácil contrastar este tópico. Bastaría con coger un vuelo un mes de enero con destino a cualquier capital europea. Un rápido examen de los pasajeros demostraría que billetes a bajo precio no es sinónimo de pasajeros con pocos recursos. Pero es más fiable que nos guiemos por los estudios sobre los visitantes del aeropuerto. La Universitat de Girona lleva varios años encuestando a los pasajeros del Aeropuerto Costa Brava Girona, en su inmensa mayoría usuarios de vuelos de bajo coste. Los resultados demuestran que los visitantes tienen un nivel económico elevado y un gasto medio en el territorio muy superior al gasto medio de los visitantes. Es un pasajero joven, viajero experto, con un nivel cultural alto, que destina al territorio el dinero que ahorra en el pasaje. Hacerse con una buena oferta exige una cierta pericia que la brecha digital no ha universalizado todavía.
Tomemos, por ejemplo, los resultados del estudio de verano de 2010, cuando recogimos los datos de 1620 usuarios del aeropuerto, siguiendo los estandáres de este tipo de análisis. Más de la mitad de los usuarios del aeropuerto son receptores, es decir, pasajeros que llegan al área de influencia de Girona. Y un 6% son pasajeros en tránsito. Es decir, usan el aeropuerto de Girona como un hub de conexión entre un origen y un destino. Un tercio de los visitantes receptores acuden a la ciudad de Barcelona, aunque el principal destino es el litoral de Girona. El área de influencia del aeropuerto se extiende más allá de los límites de la Demarcación, hacia el sur de Francia, el Maresme Norte y la Catalunya Central. O sea que el Aeropuerto Girona Costa Brava es en realidad el aeropuerto del centro del eje mediterráneo.
Pero tal vez el dato más relevante del estudio sea éste: sólo un 22% de los visitantes tienen como principal motivación el sol y la playa. En otras palabras, de cada diez pasajeros que llegan al aeropuerto situado en Vilobí d’Onyar durante el verano sólo dos tienen la intención principal de disfrutar de unos días de playa. El resto llegan por un número tan amplio de motivos que no hay espacio en este escrito para detallarlos: actividades deportivas, golf, deportes náuticos, negocios, salud, visita de familiares, compras, formación, turismo urbano… Y no, esta proporción no se explica por la influencia de la ciudad de Barcelona. Sólo un tercio de los pasajeros que llegan al litoral de la Costa Brava desde el aeropuerto en verano tienen como motivación principal el sol y la playa. El Aeropuerto de Girona Costa Brava ha sido una de las piezas esenciales en la capacidad de resistencia que ha demostrado el turismo durante los últimos años. Ha sido el atractor de una nueva demanda inducida, que ha premiado las iniciativas más innovadoras, las que tienen más futuro.
El estudio proporciona muchos otros datos sobre la incidencia en la oferta de alojamiento, las estrategias de compra, el efecto del territorio o la estancia media. Pero conviene detenerse en un dato concreto. Cuando preguntamos a los usuarios del aeropuerto si habrían llegado al destino en el caso de que no existiera una oferta de bajo coste, sólo un 40% respondió afirmativamente. Disponemos de los primeros datos de invierno. Y en este caso, se refuerza la función económica del aeropuerto, ya que la motivación “negocios” adquiere una relevancia muy notable. A su vez, se constata una elevada dispersión territorial y una fuerte incidencia del efecto bajo coste.
RyanAir es una pieza básica de la economía de Girona. Influye de manera directa en la oferta comercial, en el sector industrial, en las exportaciones, en el sector turístico, en la oferta gastronómica. La compañía explica la reactivación de un aeropuerto que languidecía y ha permitido la conexión internacional de la demarcación en congresos, innovación tecnológica, nuevos productos turísticos, gastronomía de alta gama o en la imagen exterior del país. Ignoro los detalles del pulso entre la Generalitat y la compañía y entiendo que existen muchas variables en juego y decisiones políticas que van más allá de unos cuantos estudios. La decisión no es simple ni obvia. Tan sólo quería contrastar el tópico sobre los pasajeros de bajo coste y su efecto en la economía de Girona y del conjunto del país. Aquí sí que la evidencia empírica es evidente: justo la contraria que alimenta el tópico.
[La imatge és un fragment d'un quadre del meu amic Perevalsky]
Comentaris
i més sabent que disposes de dades en mà que ho poden corroborar... Segons sembla, aprofiten per eliminar 18 rutes (que com a titular té un impacte brutal) però que excepte la de Gro-Madrid (d'alt contingut polític) la resta i sobretot les europees, són les més deficitàries de la companyia en el destí.
Esperem que es pugui solucionar de forma racional i pensant en el bé del territori.
salut
¿Porque no lo tiene en cuenta la Generalitat?
Por otro lado Ryanair fue la primera en "saltarse" el acuerdo pues el actual tenía fecha de caducidad hasta diciembre 2011, pero al abrir la base de Barcelona en sep2010 han impuesto nuevas condiciones, en resumen cobrar el triple por pasajero (pasando aproximadamente de 1 a 3€).
¿Quien dice que dentro de 2 años pidan 6 veces más?
¿No estará el gobierno de CIU jugando a "dejar caer" el aeropuerto de Girona para reclamar la ansiada gestión y hacer culpable a Aena?
Muchas preguntas pero un hecho claro, el territorio lo va a "pagar".