Menos prohibiciones



La convención del PP es una buena noticia para los productores de gomina, que hacen su particular agosto, y para los vendedores de gemelos dorados. Estaban todos. Y todas, claro. Soraya, Alicia, Camps (que enfundado en un jersey declamaba "No traje traje"), Bauzá, Feijoo... El PP es así, una de Cospedal y una de Arenas.

Dice don Rajoy que ya tiene la solución para el país: "Menos regulación, menos imposiciones, menos prohibiciones y más libertad". Y me alegro que el PP haya encontrado por fin su espíritu liberal, aunque se les ha impuesto mucho trabajo. Miren todo lo que tienen que modificar. Miren:

- Prohibición del uso del burka
- Prohibición del matrimonio entre homosexuales
- Regulación del aborto
- Limitación del estado autonómico
- Prohibición de restituir la memoria histórica
- Prohibición de la desnudez pública
- Imposición del contrato de inmigración
- Imposición del castellano en el Senado
- Prohibición del P2P
- Limitación de la educación sexual
- Prohibición de las mezquitas
- Prohibición de las delegaciones exteriores de las comunidades
- Regulación sobre partidos políticos
- Regulación de la eutanasia

Manos a la obra, don Mariano. Si su propuesta es que cada uno vista como quiera, rece a quien quiera, hable en la lengua que desee, se muera si así lo decide, exhume sus muertos, comparta sus archivos digitales, se case con quien quiera sea del sexo que sea, casi que le voto.

Comentaris

Anònim ha dit…
La regulación de la eutanasia hay que ser un gilipollas integral para pedirla. Cada vez que se muera uno en quirófano por mala praxis, o por el Dr Montes de turno, a usarlo de excusa. Yo conozco un caso de uno al que el doctor no le daba ni un día más de vida, y luego vivió 7 años. Total, casi ná
Donaire ha dit…
Buenos días, anónimo

Me cuesta mucho entender esa concepción de la libertad. Reclamamos libertad para ir a 120 Km/h, pero en cambio la negamos para morirnos cuando deseemos morirnos. Se exige la libertad de correr más pero no la de decidir qué hacer con la vida de uno mismo. No se puede prohibir correr mucho, pero en cambio si me puede prohibir acabar con mi vida cuando yo lo decida. Es curioso.
Anònim ha dit…
La diferencia es que en la eutanasia, el que menos pinta en el asunto es el que se muere. La gente que tiene depresión también desea morirse, sin embargo es un efecto pasajero debido a desajustes químicos en el cuerpo. ¿Por qué si los suicidas quieren tirarse de un edificio va la policía y los bomberos y le detienen ignorando su "libertad"?
Mire, le voy a decir algo que a lo mejor usted no ha pensado. Si un político quisiera justificar la pena de muerte, también usaría ejemplos extremos, como lo que usted hace. Le pongo este ejemplo precisamente porque sé que los ingenuos como usted suelen sostener opiniones contradictorias en lo referente a muerte gestionada por el Estado.
Donaire ha dit…
Si ya conozco eso del Estado mata abuelos y lo del doctor Montes asesino. Y lo que yo lo planteo es mucho más simple. Imagine que tengo una enfermedad que me duele y que me destroza y que quiero acabar con ella. ¿Por qué impone usted vivir?. ¿Quién es usted para decidir por mi si el dolor lo vivo yo?. ¿Por qué no me deja usted morir en paz?.

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