La falsa arquitectura auténtica


Una tesis doctoral sobre el Barrio Gótico de Barcelona ha descubierto la impostura de este espacio, que nada tiene ni de barrio ni de gótico. El Puente de la Calle del Bisbe, uno de los iconos de la ciudad, no es ni centenario y la catedral gótica es en realidad una reproducción de una catedral gótica, realizada en el siglo XX. Nada que no supieran los archivos históricos de la ciudad e, incluso, la mayoría de las guías. 

La impostura arquitectónica es mucho más frecuente de lo que sospechamos. Asunción Hernández ha recogido en muchos de sus trabajos la tendencia a la réplica de la arquitectura contemporánea, que clona estilos, edificios y arquitecturas de otras épocas. Podríamos, incluso, crear una guía turística de la arquitectura clonada, un catálogo de iconos turísticos que no son lo que aparentan. 

El Campanile de Venecia 

El Campanile es, seguramente, el nodo más relevante de la capital del Veneto. Hay más de 30.000 campaniles en flickr y la mayoría de los turistas suben hasta el privilegiado mirador. En realidad, el Campanile original se hundió en 1902, de manera que la torre actual es una réplica exacta levantada en 1912, aunque con una técnica arquitectónica mejorada que impida que también se replique su hundimiento. La perfecta reproducción del arquitecto Luca Beltrami creó una verdadera escuela de la clonación en Europa. 

La ciudad medieval de Carcassone 

La imponente ciudad medieval de Carcassone es una recreación arquitectónica realizada por uno de los arquitectos más influyentes de su época, Violet-le-Duc. Originario de la Francia septentrional, el arquitecto recreó el modelo de ciudad medieval de su tierra natal; por ello, por ejemplo, las torres están coronadas por tejados de pizarra, ajenos a la Francia mediterránea. Lo más curioso es que la Declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO en 1997 pone en valor la réplica, es decir, otorga la condición de patrimonio universal al remake realizado por Violet-le-Duc. 

Taj Mahal 

No se asusten. El majestuoso templo indio es, en buena medida "auténtico". Diríamos que su armazón mantiene el original edificio del siglo XVII. Sin embargo, la contaminación y la erosión han eliminado la epidermis del templo, los bellísimos relieves tallados en mármol. Un equipo de artesanos trabajan a pie de obra para reponer nuevas láminas que intentan mantener el esplendor del edificio original, aun a costa de una disimulada reposición contemporánea. 

Pabellón Mies van de Rohe 

Tampoco la arquitectura contemporánea está a salvo de los falsos históricos. El Pabellón alemán de la Exposición Universal de Barcelona de 1929 fue ideado por el arquitecto Mies van de Rohe. Concebido para ser destruido, como es frecuente en las exposiciones, el gobierno alemán lo desmontó en 1930. En los años 80, se inició una campaña para promover su recuperación, que se llevó a cabo en 1986 de la mano del arquitecto Solà-Morales. Hoy Barcelona dispone de un pabellón falso, que representa una pieza efímera, considerada una obra clave de la arquitectura contemporánea. Recientemente, se han recuperado también las cuatro columnas de la exposición, destruidas durante la dictadura de Primo de Rivera. 

La plaza del mercado de Varsovia 

La Segunda Guerra Mundial se llevó por delante varios siglos de patrimonio en diversas ciudades europeas, de Dresde a Berlín. Tal vez una de las ciudades más afectadas fue la capital polaca, situada en el tránsito bélico de Rusia a Alemania. Las imágenes de la plaza del mercado de Varsovia en 1945 muestran una inmensa Zona Cero, donde casi no había piedra sobre piedra. Hoy la plaza muestra una jovial apariencia medieval, que no es más que un inmenso decorado retratado por los visitantes. 

El Palacio Real de Berlín 

Si han visitado Berlín, no habrán visto ni rastro de este Palacio, o no ser que estuvieran en la ciudad alemana ante de 1950. Sin embargo, en pocos años, será un icono más de la ciudad. La historia del Palacio recoge muy bien las contradicciones de la autenticidad y el patrimonio. En 1950, el gobierno de la RDA voló el palacio real porque era un símbolo de la opresión monárquica; en su lugar, emplazó el Palacio de la República. La unificación de Alemania conllevó la destrucción de este nuevo Palacio (un buen representante de la arquitectura comunista) y el proyecto de recuperación del antiguo Palacio Real. Casi como en el juego de Monopoly, los palacios son creados, destruidos y replicados. 

Globe Theatre 

El famoso Globe, escenario de las obras de Shakespeare, se encuentra en Londres junto a otros equipamientos culturales como la Tate o el Museo de Diseño. El teatro reproduce fielmente el edificio destruido en un incendio en 1633 y reconstruido muy recientemente. De hecho, el Globe sigue la estela de otras reconstrucciones teatrales como la Fenice de Venecia (destruida en 1966 por un incendio) o el Liceu de Barcelona, que siguió idéntica suerte que su vecino veneciano. 

El puente de Besalú 

Hay muchos puentes históricos que son, en realidad, una adaptación contemporánea de un antiguo puente. Los puentes de Florencia, Bassano o Verona (tantas veces fotografiados) esconden bajo su apariencia medieval un origen muy reciente. También es el caso de la ciudad medieval catalana de Besalú. La imagen más característica de la ciudad es el imponente puente sobre el Fluvià. Aunque su origen se remonta al siglo XI o XII, fue reconstruido en el XIV, modificado en el XVII y parcialmente modificado en el XIX; durante la Guerra Civil, varios arcos fueron volados. Lo que hoy vemos es una reconstrucción del majestuoso original, sin ninguna de sus numerosas cicatrices. 

Santuario de Ise 

La mayor parte de los templos sintoistas repartidos por el Japón son también clones arquitectónicos. De todas fomas, el concepto de réplica tiene en este caso, un sentido muy diferente. El santuario de Ise es destruido cada 20 años y reproducido en un lugar adyacente, en un acto ritual conocido como Jingu Shikinen Sengu. La primera reconstrucción fue llevada a cabo en 692 y la próxima ceremonia tendrá lugar en 2013. 

¿Cuántos barrios góticos están esparcidos por el paisaje turístico?. ¿Cuántos iconos históricos son en realidad clones de una arquitectura del pasado?. Pero casi mejor, ¿cuáles son las fronteras entre lo auténtico y lo falso?. ¿Qué es en realidad inauténtico?.

Comentaris

Unknown ha dit…
Que algo se reconstruya no lo hace falso. En el caso del templo de Ise, realizado con materiales poco duraderos, precisamente la reconstrucción tiene un sentido para aquellos que conocen el Shinto y la postura japonesa de antaño frente a la arquitectura.

A mi me parece perfecto que se hagan estas cosas, la mayoría de las citadas aquí ya las conocía, creo que no se esconden.
if ha dit…
Hace menos de un mes no me dejaron sentarme en el exterior del famoso Pabellon van de Rohe porque era un edificio histórico. Ya en el momento me molestó porque no creo que mi culo sea tan grande como para romper un suelo de piedra pero saber que el edificio tiene menos años que yo lo termina de arreglar. En fin, que el pobre becario que estaba en la puerta no tiene la culpa...
Don Güapo ha dit…
Olvida el castillo de Blancanieves.

Aunque, para compensar, la primera maravilla del siglo XXI, es copia de un proyecto de Frank Lloyd Wright.
Júlia ha dit…
Moltes d'aquestes coses ja se sabien, les sabia qui les volia saber, no entenc massa aquestes descobertes de la sopa d'all que es fan de tant en tant.
xanxano ha dit…
L'autor ha eliminat aquest comentari.
Anònim ha dit…
La veritat es que no es res nou... lo del pont del carrer del Bisbe es una al·legoria al que hi ha a Venècia, la portada de la Catedral va ser una contribució d'una família burgesa i es va fent seguint un suposat estil gòtic que crida que no es contemporani a l'estil que vol representar... suposo que al doctorat explicaria quelcom més interessant...no? ;-)

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