Eres extraordinario



Hay unos 80 millones de espermatozoides en una eyaculación. De esos 80 millones, llegó el tuyo y se quedaron a las puertas el equivalente a la población de Alemania. Una mujer posee entre 200.000 y 400.000 óvulos, de los que solo se liberan unos 400 óvulos maduros. Tú eres la remota posibilidad de que ese espermatozoide y ese óvulo se encuentren, esto es, una probabilidad de uno entre 32.000 millones. 

De hecho, tu padre pudo haber escogido una de las 2.000 millones y pico de mujeres de su época, pero coincidió con tu madre. Y tu madre con él. Que tu madre y tu padre se conozcan, congenien, retocen y que ese espermatozoide coincida con ese óvulo tiene una probabilidad de 1 entre 64 billones, 64 millones de millones. 

Estamos solo en la primera generación. Que tus abuelos paternos se conocieran y concibieran a tu padre tiene una probabilidad de unos 50 billones (había entonces menos población). La misma probabilidad que tu madre. Que sucedan ambas cosas tiene una probabilidad de 2.500 cuatrillones. Mucho más que todas las estrellas del universo.

Ahora sigamos retrocediendo en el tiempo. Eres el resultado de que todos tus ancestros se conocieran y que exactamente ese espermatozoide y ese óvulo coincidieran. Hay millones de situaciones posibles que podían haber alterado esa secuencia perfecta que explica que hoy estés aquí. Un dolor de cabeza, una comida en mal estado, una diligencia que no llega a tiempo, una lluvia inoportuna en cualquiera de los miles de actos de amor que se han necesitado para llegar a ti y no existirías. 

Eres un suceso estadísticamente imposible, una secuencia de hechos extraordinarios, la suma de miles de millones de situaciones necesarias. Eres un milagro. Que nadie diga jamás que no eres especial.

Comentaris

María Velasco ha dit…
Una idea que me recordó otra:
https://www.youtube.com/watch?v=nWU_r0UN7bo
Saludos.

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