¿CAC-ICADA?

Complicado. Cuando uno se mueve en el ámbito de las libertades básicas, nada es simple. Y por eso, lo más recomendable siempre es pecar por exceso que por defecto. Ante la duda, ancha es Castilla. Por eso comprendo que el CAC haya suscitado un alud de críticas en toda la blogosfera. Mis vecinos de Las ideas tampoco son indulgentes y critican abiertamente el documento del CAC sobre la COPE, como Martínez Soler en un tono muy duro o también la secuencia de tres posts del siempre agudo Clavijo en mi admirada manzana de Newton. Intentaré argumentar mi posición a favor del documento, con las reservas oportunas.

  1. Empiezo por lo fácil. La esencia de la argumentación de la COPE es el derecho a la libertad de opinión. Es sabido que éste es un principio básico del sistema democrático, el famoso artículo 20 de la libertad de expresión y de información. Las sentencias del Tribunal Constitucional sostienen no sólo que expresión e información son dos actividades que (a pesar de las dificultades que ello entrañan) han de ser separadas, sino que además la información debe ser veraz. Este principio es capital. La libertad de información es un derecho atribuible a los informadores, pero sobre todo a los "consumidores" de la información. A veces, algunos periodistas pecan de corporativos y sostienen este derecho en un solo sentido: desde el informador al informado. Pero el informado (y existe una sentencia del TC que así lo reconoce) también tienen derechoa la información y a que la información sea veraz. En un sistema basado en la capacidad de decisión de todos los ciudadanos, el acceso libre a una información veraz es imprescindible. Sin ciudadanos informados no hay ciudadanos responsables.
  2. Cuando en la COPE se afirma que Montilla quiere crear otro GAL para matar terroristas, o que todas las personas que atacan a la Generalitat corren el riesgo de recibir un tiro en la nuca, o que ETA tutela el Estatuto (véase el post anterior) no sólo se insulta a Montilla, al Gobierno de la Generalitat o a los diputados del Parlament (yo mismo), sino que se falta a la verdad. Objetivamente. La COPE ofrece una mentira como si fuera información. Y eso, hay que decirlo, también vulnera el principio constitucional a una información veraz.
  3. De hecho, el artículo 4 de la Ley 4/80 considera que la actividad de los medios de comunicación del Estado se rigen por seis principios, entre los que figuran "la objetividad, veracidad e imparcialidad de las informaciones" (a), "la separación entre informaciones y opiniones" (b) o "el respeto al honor, la fama, la vida privada de las personas" (d). En algunos de los fragmentos que recoge el post anterior o en el propio redactado del informe del CAC, resulta evidente que los tres principios han sido abiertamente vulnerados.
  4. Yo creo que en este punto existe un cierto consenso. Es el mismo que encontraríamos frente a un medio xenófobo, vejatorio contra las mujeres o nacionalsocialista. Si un medio sostuviera de forma reiterada que las mujeres son seres inferiores o que debemos contemplar la limpieza étnica o que este país va a la deriva por la infección mora, ¿debemos limitarnos a cambiar el dial, en virtud del derecho constitucional a la libertad de expresión o de información?.
  5. La crítica sustancial se centra en el hecho de que la vía utilizada en este caso no es la vía judicial. Según esta interpretación, sólo los jueces tienen la potestad de velar por el cumplimiento de las leyes en general, y de los principios sobre información y expresión en particular. Empiezo diciendo que el hecho que la vía judicial sea una de las vías no quiere decir que sea la única vía posible. Por ejemplo, el derecho de reunión que prevé la Constitución puede ser regulada por el ejecutivo y no sólo por una decisión judicial. También el derecho a la huelga, de manera que es el ejecutivo el que determina los servicios mínimos. Los límites de la actuación del poder ejecutivo se hallan en la naturaleza misma del derecho que se debe preservar y también la posibilidad que tiene el afectado de acudir siempre al poder judicial.
  6. Como reconoce el informe del CAC no estamos ante un acto de censura, ya que ésta por definición es a priori. En este caso, no se regulan los contenidos antes de que sean emitidos sino que se evalúan los que ya se ha realizado.
  7. Finalmente, como es sabido, en un espacio limitado de licencias (como la radio o la televisión), la administración establece unos criterios que sirven para justificar la adjudicación de licencias. De la misma forma que se regulan los incumplimientos en la reglamentación sobre publicidad o sobre determinados tratados internacionales, se puede pensar que en determinados casos extremos en los que de forma reiterada se vulneran los principios que avalaron una determinada licencia, un organismo pueda emitir un juicio al respecto.
Entiendo perfectamente que es una senda peligrosa. La cautela debe ser el principio rector. Y, de hecho, el informe no tiene ninguna repercusión directa más allá de la puramente notarial: da fe de la vulneración de unos principios. Pero el lado opuesto, un laisez faire condescendiente, me lleva plantearme los límites de la opinión y la información.

Comentaris

Anònim ha dit…
No concuerdo en absoluto con las ideas y opiniones de la COPE, pero por una vez seré abogado del Diablo.

En mi opinión, censurar la COPE (que sí, que la censura es a priori, pero si nos ponemos quisquillosos, es lo que se va a hacer ahora ¿no?, se van a censurar las "futuras mentiras de la COPE") es una forma más de que se reafirmen en sus ideas (más o menos veraces), metafóricamente, es apagar el fuego con gasolina.

Es cierto que los ciudadanos tenemos el derecho a recibir de los medios una información veraz, pero... ¿qué medio vierte una información completamente veraz (por ende, 100% objetiva y ajustada la realidad)? ¿qué o quién tiene la batuta para decidir cuándo algo es completamente veraz? Los ciudadanos debemos estar preparados para esto. Debemos tener un espíritu crítico ante todo lo que nos llega, no podemos "tragarnos" todo lo que leemos en los periódicos, oimos en la radio o vemos en la televisión... y menos en un país donde todo está tan politizado.

Estoy totalmente de acuerdo en que todas las opiniones no valen, pues hay que respetar unos mínimos que bien reflejados están en nuestra Constitución antes de vertir una opinión, más aún si lo hacemos en un medio público, pero no creo que la respuesta más acertada sea cerrar el medio en cuestión, porque eso es un acto que puede simbolizar algo más, puede llegar a interpretarse (y de hecho la derecha lo hará y lo está haciendo) como una censura hacia la libertad de expresión, algo tan básico para un buen funcionamiento de la Democracia.

Un saludo.
ZAGASO ha dit…
Caram amb la constitució ....

A aquest pas serà més sacra que la bíblia.
Pedro ha dit…
Clar que sí, la COPE als tribunals i Fedeguico al trullo, però fer un CAC potentíssim no ho veig bé. Si bé hi ha països que tenen un bon Consell audiovisual i no els va malament, com la República Txeca.
Roger Crunch ha dit…
Creo que en este caso se debería haber actado por vía judicial; de esa forma se habrían evitado polémicas innecesarias que pudieran favorecer a la COPE y sus retrógrados mensajes.
Donaire ha dit…
Pedro. El CAC no és potentíssim. El model és molt similar al de la resta de països europeus. Els mitjans no es controlen, però sí se supervisen. Abans d'ahir, la COPE va imitar en Zapatero i va trucar Evo Morales, creant un conflicte diplomàtic. Ahir, anomenava nazi a Maragall...

Crunch. He intentado explicar que existen muchos ejemplos de actuaciones de organismos no judiciales que tutelan las leyes. Por ejemplo, en el derecho de huelga o en el derecho de reunión. Existen cientos de informes en Europa sobre los medios de comunicación. Por ejemplo, sobre la publicidad, la regulación del horario para las escenas violentas o con contenido sexual, el tratamiento a los partidos políticos (por ejemplo, el minutaje)... El CAC no ha sancionado, ni cerrado, ni nada. Ha ralizado un informe, como respuesta a una demanda. Si no hace ni esto, ¿para qué sirve un CAC?
Anònim ha dit…
Coincido con tu argumentación, José Antonio, pero me siguen rondando preguntas: ¿qué impide que las denuncias sobre los abusos de la COPE se tramitaran directamente en los tribunales? ¿Por qué la suspensión de emisoras no se incoa con un procedimiento judicial y con todas las garantías constitucionales? ¿Por qué un órgano mediador? ¿Para qué el CAC? ¿Por qué es un órgano político, al fin y al cabo, el que estima si se vulneran o no derechos fundamentales o se realiza una utilización abusiva del art. 20? ¿Cómo es posible que sea un Consejo de "expertos" el que dictamine que información es veraz y cuál no lo es? ¿Cómo evitar que haya sospechas de un supuesto control político de los medios, los informadores y, por ende, de la misma información?
Insisto: la falta de ética de determinados medios o se suple con educación o se enfrenta por la vía judicial, poder en el que, democráticamente, hemos depositado nuestra confianza en la vigilia y respeto, tanto de la libre expresión, como de la salvaguarda de otros derechos inalienables de la persona.
Alfonso Piñeiro ha dit…
Seguí ayer tus intervenciones en el blog de JAMS, y todavía esta mañana he leído alguna participación. Estoy de acuerdo al 100% con tus planteamientos, y eso que soy periodista, y muy celoso de la independencia profesional. Precisamente, lo que hace el informe del CAC es un paso hacia la evidencia de que en la emisora que menos independencia existe, hoy por hoy, quizá sea la Cope. Me sigue sorprendiendo, y fastidiando sobremanera, que la mayoría del gremio periodístico de base sea profundamente de izquierdas, y en cambio haya tantos medios de la derecha. Se defienden, todos, argumentando contra el PRISOE. Puro cinismo. En mi blog me dedico a demostrar, con más intención que acierto en algunos casos, las mentiras procedentes de los principales medios escritos afines al PP. Desde este Madrid traidor con su curriculum de ciudad cosmopolita, siento cada vez envidia más profunda de la apertura de miras de Catalunya, de sus gentes, y de una llingua bellísima, que me embelesa cada vez que la oigo pronunciar (ya es raro esto en un madrileño de pura cepa como yo).

Mi sorpresa mayúscula fue entrar en tu blog (imagino que como bloggeros podemos tutearnos), y descubrirte diputado autonómico del PSC. Estoy tardando en enlazarte al mío (básicamente, porque es la manera más rápida que tengo de entrar en las apuestas que me interesan, como la tuya). Intentaré visitarte a menudo. Pensaba que los partidos eran más rígidos: ¿no has recibido presiones para cerrar el blog?

Amic, adelante. Sigamos poniendo las cosas en su sitio. Otros, por menos, aplaudieron con las orejas el cierre de Egin. Los motivos legales fueron los de la financiación del entorno etarra, pero sin sentencia firme. E insisto: muchos que ahora se escandalizan aplaudieron entonces, y con verdaderas ganas.

Salut!
Donaire ha dit…
qué impide que las denuncias sobre los abusos de la COPE se tramitaran directamente en los tribunales?

No lo impide nada. No tiene nada que ver. Mañana mismo podría ir a los Tribunales y denunciarlos por llamarme "amigo de terroristas". La vía judicial existe. Pero no es la única vía.

¿Por qué la suspensión de emisoras no se incoa con un procedimiento judicial y con todas las garantías constitucionales?

Creo que es imprescindible que seamos muy rigurosos. El CAC no ha suspendido minguna emisora. Ha realizado un informa como consecuencia de una denuncia. No ha habido niguna sanción.

¿Por qué un órgano mediador?

Todos los países europeos lo tienen. La pregunta es ¿por qué no?. ¿Qué diferencia esite entre España y Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Noruega, Canadá, Japón o EEUU?

¿Para qué el CAC?

Para muchas cosas. Fundamentalmente tres. Primero, para velar por el cumplimiento de la legalidad nacional e internacional. Si una emisora no cumple los requisitos sobre el minutaje de la publicidad, ¿no pasa nada?. En segundo lugar, para recomendar criterios genéricos sobre la comunicación audiovisual. Por ejemplo, la directiva europea 89/552/CEE sobre la protección a la juventud y la infancia en los medios de comunicación. Y finalmente, para garantizar el cumplimiento de las condiciones que acepta una emisora en el moento en que se le concede una frecuencia.

¿Por qué es un órgano político, al fin y al cabo, el que estima si se vulneran o no derechos fundamentales o se realiza una utilización abusiva del art. 20?

El CAC no es un organismo político. Este punto es capital. Son designados nueve miembros por el Parlamento, con unos criterios que no permiten el uso partidista: a propuesta de al menos tres grupos y con al menos 2/3 de los votos. Trasladémoslo a las Cortes. ¿Cómo se puede hacer un órgano politizado en el que cada miembro tiene que haber sido votado necesariamente por el PP y el PSOE?. Además, la vigencia es superior a la legislatura (una es de cuatro años y la otra, de cinco).
Me gustaría conocer una alternativa para escoger un CAC independiente. ¿El Colegio de periodistas?. ¿Por votación popular?. En todo el mundo, los organismos independientes se escogen en los parlamentos, pero con unas reglas que impidan el uso partidista.

En segundo lugar. ¿Quién dice que el monopolio de la garantía de los derechos constitucionales recae en los tribunales?. La Ley Orgánica 9/1983 (una ley ¡orgánica!) dice explícitamente que la administración regula los límites del derecho de reunión. El RD 17/77 en su artículo 10 dice que la administración define los límites del derecho a la huelga a partir de los servicios mínimos. Y mil ejemplos más. No entiendo por qué de repente se admite la idea de que el único poder que puede garantizar el respeto de las leyes fundamentales es el judicial. Eso no courre en ingún país del mundo. De hecho, si lo llevamos a su extremo, el ejecutivo quedaría casi desprovisto de función.


¿Cómo es posible que sea un Consejo de "expertos" el que dictamine que información es veraz y cuál no lo es?

Bien. Si eso es imposible, debemos sostener por tanto que el derecho constitucional a una información veraz es imposible. Otra cosa es que la aplicación de este principio sea rigurosa, sistemática, cautelosa, extraordinaria... Pero afirmar que es imposible determinar que una información es veraz, desprotege a los usuarios de la informacion.


¿Cómo evitar que haya sospechas de un supuesto control político de los medios, los informadores y, por ende, de la misma información?

En primer lugar, debemos admitir la solvencia del CAC, no prejuzgar su incompetencia. En segundo lugar, cualquier medio puede apelar a los tribunales, como siempre. En tercer lugar, puede apelar al Tribunal Constitucional.

Veamos. La Ley 10/88 sobre televisión privada regula que estos medios deben seguir los principios de la ley 4/80 (en su artículo 4). Si no los cumple, la misma ley dice textualmente que existe un régimen sancionador que debes er aplicado por la administración. La Ley 11/91 sobre emisoras municipales hace lo mismo. La ley 37/95 sobre telecomunicaciones por satélite también. Etcétera. Etcétera. Toda la legislación sobre medios de comunicación (aquí y en Burkina Fasso) prevé que la administración sancione en casos de incumplimiento de la legalidad.

La falta de ética de determinados medios o se suple con educación o se enfrenta por la vía judicial, poder en el que, democráticamente, hemos depositado nuestra confianza en la vigilia y respeto, tanto de la libre expresión, como de la salvaguarda de otros derechos inalienables de la persona

Bien. También hemos depositado nuestra confianza democráticamente en el legislativo y en el ejecutivo. Las libertades (todas) necesitan sistemas de limitación. Y no es cierto que la única vía para definir estos límites (que creo que nadie cuestiona) sea la judicial. Otra cosa es que neguemos la capacidad que tiene cualquier persona o entidad que haya sido sancionada por la administración de acudir a los tribunales para dirimir la ecuanimidad de sus actos. Por supuesto.

Alguien dice que si se tolera esta agresión, mañana serán otros medios los que recibirán el azote del Gobierno. Podríamos decir también que si miramos a otro lado mientras de forma impune se miente, difama y escupe a personas e instituciones, no tendremos argumentos en el futuro para evitar medios xenófobos, nazis o integristas. Yo no creo que todo vale. Y la libertad de expresión o tiene unos límites o no es libertad. Ésta es la paradoja.
Alfonso Piñeiro ha dit…
Fantástico. Deberías postear lo anterior directamente en el blog. Asienta la situación y le aporta bastante cordura, que falta le hace.

Detesto tanto los ataques a mi profesión como el corporativismo ciego. Aun recuerdo la que lío una asociación de estudiantes supuestamente "neutral", en mis tiempos en la Complutense madrileña, cuando IU propuso la regulación del Estatuto profesional y la cláusula de conciencia, porque recogía el derecho para todos los trabajadores de los medios, y no sólo los titulados. Recuerdo infinidad de compañer@s que firmaron a ciegas la protesta de Altavoz (ése era el nombre de la asociación), o que la firmaron por "la dignidad profesional". Bárbaros, desde mi punto de vista. Es decir, ¿no tiene derecho a objetar una publicación un impresor, y sí un redactor, por tener un título universitario? ¿Y un periodista sin título, que son pocos pero existen?

Mira que ponerme de parte de un político... jajaja. Gracias por la visita, y por las reflexiones.
Anònim ha dit…
No entiendo, no puedo entender, como periodistas de calidad, honradez y profesionalidad contrastada, a la hora de verter sus opiniones sobre el tema del CAC estén absolutamente seguros de su “ilegalidad”, coincidiendo además, con todos los demás medios del resto de España, incluidos los de extrema derecha.
Desde luego no soy quién, para dar lecciones de lo que es legal o ilegal, correcto o incorrecto, de lo que es libertad de expresión o libertinaje periodístico, de lo que son fobias territoriales o no lo son, pero la sensación que tengo es de que soy un “incomprendido” o me la tienen jurada.
Saludos
BARBALTA ha dit…
No se puede defender de ninguna manera el cierre de ningun medio de comunicacion , como no se puede impedir a ningun partido politico de la ideologia que sea participar en unas elecciones democraticas.

Un Cac es un organo politico por tu propia definicion es elegido por un parlamento.

Una difamacion esta regulada por la ley si federico te insulto por denunciale.

Si proporciona informaciones que no son veraces , y TU conoces la verdad de esas situaciones deberias demostrarlo , es decir , si este es el unico medio que miente los otros medios deberian difundir la verdad.

Es decir , hay una cosa que son opiniones ( evidentemente no demostrables ) quien decide cuales son aceptables.

Otra es la veracidad que esa es demostrable , es decir, demostrar que miente en vez de empeñaros en usar subterfugios como negociar con el vaticano o presionar a las curas con quitarles el dinero ( por cierto otro compromiso de ZP que no se atreve a cumplir ).

Tengo que reconocer que lo mejor de todo es calificar de echo irresponsable y afectar a las relaciones internaciones la broma a Evo Morales , porque no te refieres a un lider de un partido politico que no se levanta ante una bandera ( por cierto estoy de acuerdo ahi con ZP) , las fotos de un periodico de un presidente poniendo los pies encima de la mesa , incumplir los compromisos de un gobierno , dar informaciones falsas tras un atentado , negar la creacion de un grupo terrorista con fondos estatales , quemar en manifestaciones la bandera de otro pais,ectc.... ahi miles de otros colores.

Yo entiendo que alguien del PSC no respete la libertad de expresion , a los unicos que me es imposible de entender es a ERC con lo bien que me caen y lo de acuerdo que estoy en muchas cosas con Carod, que pena 40 años de dictadura no han servido para demostrar que no funciona.

Gracias Ignasi

me has recomendado un buen blog.

Me encanta el post aunque no comparto nada.

LIBERTAD DE EXPRESION

NO A LOS CACS
Anònim ha dit…
No se Jose Antonio, este asunto me genera reacciones encontradas.

Desprecio todo lo que la COPE significa,el frentismo,la mentira , la manipulacion constante, el periodismo de capilla y mesa arzobispal...

Tambien entiendo que la democracia no debe ser pusilanime y defenderse de quienes desde dentro la estan minando constantemente.

Pero considero que Cuando un periodista vulnere la ley, actuese contra el, no contra el medio.Pero que sea en los tribunales ordinarios , no otros administrativos creados ad hoc. Esos me dan panico , porque pueden cambiar de color al cambiar elgobierno, y ellos no van a tener tantos escrupulos.
Anònim ha dit…
ZP manda fragata a Iraq en apoyo de USA sin consultar al Parlamento. La fragata participó hace unas semanas en el bombardeo de la frontera de Iraq con Siria. ZP comple tus promesas, trae a los soldados o volveremos a salir a la calle y acabaremos con tu Gobierno como hicimos con el de Aznar. PASALO
Anònim ha dit…
Es maravilloso, debemos tener las fragatas mas avanzadas del mundo!!!

La proxima la enviaremos a Ecija para bombarder desde alli alfa-centauri!!!

Claro, la otra solucion es que la hayamos mandado desmontada por SEUR y que la hayan montado alli.

Joder , seamos serios, antes de escribir esas chorreces mirense un mapa mundi y que es una fragata.
Jessica ha dit…
Para Mazz: Espacio electoral cedido gratuitamente por Donaire. Espero que al menos le de las gracias. Si vuelves por aquí, cosa que dudo. El copia-pega que tiene estas cosas.
Te descubro por medio de Ricardo Royo-Villanova, y, la verdad, me alegro mucho.
Mi reflexión sobre el CAC es la siguiente: Si la COPE viola algún artículo constitucional o del Código Penal, ¿por qué no existe la valentía suficiente de denunciarlo ante los Tribunales de Justicia?
Yo te digo directamente que acusar al Rey de golpista, como lo hizo Federico Jiménez Losantos en antena es delito; que acusar a todos los votantes de ERC de terroristas es un delito; que decir que Zapatero es el lider de los pistoleros es delito...es un empezar y no parar...
Gracias por el esfuerzo de mantener un blog siendo cargo púnblico, ojalá muchos aprendieran de ti, compañero, y perdona por tutearte, pero me he sentido como en casa...
Bona Nit!
Anònim ha dit…
Señor Donaire, creo que sus explicaciones en esta página son difícilmente rebatibles. Le ampara una lógica aplastante que comparto y además aporta datos que desconozco a nivel general (leyes orgánicas y otras putualizaciones similares).

El problema para mí, y esto no es una crítica hacia usted aunque puede tomársela como tal, es que la actuación y, aún más, la existencia del CAC se podría definir como una muestra de poca elegancia política, a pesar de las indudables bondades e intenciones democráticas que, no pongo en duda, caracterizan a dicho organismo.

No es elegante que desde una plataforma política (o de evidente dependencia política. Fíjese que no digo partidista) se critique a un medio de comunicación, aunque le ampare la realidad de unos hechos que llaman la atención por sí mismos.

No es elegante que de forma directa (cualquier partido) o indirecta (el CAC) la política haga valoraciones sobre los medios de comunicación.

Es muy elegante defender a capa y espada la legitimidad de acudir a medios no judiciales para resolver cualquier tipo de conflicto, como usted postula y yo suscribo, pero se carece de esa elegancia si quien acude a esos medios no judiciales lo hace desde el ámbito político.

Y cuando finalmente usted plantea una hermosa paradoja sobre la libertad y sus límites, que según usted son los que otorgan sentido pleno a ese gran concepto, comete el pequeño (pero muy común) error de confundir la interpretación última de la realidad con lo que debería ser la realidad de una interpretación independiente de ésta.

Trato de explicarme mejor: su paradoja está basada en la realidad que conocemos mas yo creo que una verdadera paradoja debería sustentarse o ganarse su crédito en base a una formulación sin fisuras, desde la razón y prescindiendo de la realidad, que siempre será coyuntural.

Osea, su paradoja no lo es de forma absoluta, sino que lo es atendiendo al funcionamiento, en este caso, de la sociedad en la que vivimos. Así pues, no me parece una paradoja.

Y así pues, como ya he dejado entrever, me permito considerar que la libertad de expresión está muy por encima del legítimo e irrebatible derecho de acudir a órganos no judiciales para atender presuntas irregularidades del tipo que éstas sean por parte, en este caso, un medio de comunicación como la cadena COPE o, en su defecto, de alguno de los periodistas que en la misma ejercen su profesión.

Por lo que, como se entiende por mis pabras anteriores o, dicho de otra manera, la irrebatibilidad de su argumentación no debería situarse por encima de la elegancia a la que yo he acudido como pilar de mi discurso.

A partir de aquí, que cada cual elija lo que más le convenga, guste o convenza y, desde mi modesto punto de vista, así deberá ser respetado.

Un saludo cordial.
Anònim ha dit…
Crec que s'està confonent, per ignorància o mala fe, la funció del periodista amb la del polític.

Els mitjans de comunicació tenen la funció social de criticar el poder (entengui's: el poder orgànic i institucional) i dirigir o canalitzar l'opinió pública. Si fan quelcom contrari, es perverteixen.

Així doncs, tot i que escombrin per a casa (ja que, al ser la veu d'interessos tan privats com legítims, no hem d'esperar que siguin innocents, ni que advoquin ells sols pel bé comú), suposen el contrapès a l'endogàmia opressiva de la veritat oficial. Per més que molt sovint es combatin mentides amb mentides, doncs, la sola contradicció informativa -anomenada "contrainformació" pels anarquistes- serveix més a il·luminar la realitat que els discursos anorèxics de fets curosament isolats, nets de pols i palla, ja estiguin passats pel sedàs de la censura, ja vinguin castrats d'antuvi mitjançant l'autocensura, el sectarisme i l'estretor de mires.

A la llarga els periodistes complaents (i a Catalunya formen avui tota una espècie zoològica) són més perillosos que els bel·ligerants, àdhuc que els cafres de per lliure. Aquests, si més no, medeixen les seves forces amb els governants -sense arribar al xantatge viciós-, mentre que els primers tan sols aconsegueixen que els nostres pròcers assoleixin l'estatus d'intocables.

Un diari o emissora mai no tindran un control absolut de l'opinió, tret que els jerarques de torn els el concedissin. Voler-la regular "a priori" és un insult a la intel·ligència de la ciutadania semblant al que suposa crear una comissió per a la memòria històrica (memòria selectiva). És també un accés neuròtic de dogmatisme que, en un àmbit relativista militant com el dels 'mass media' (quins ideòlegs, per tal de justificar la manipulació i el partidisme permanents, neguen que l'objectivitat sigui possible) fa més por que riure.

En fi, a un tinent coronel, a un Ministre, a un President i fins i tot al Rei se'ls pot fer callar (encara que diguin la veritat!) perquè se'ls paga per a que representin l'interès general. Al periodista, en canvi, se'l paga per a que digui allò que els seus caps i els seus clients volen sentir, cert o no, lloable o no, i només es té el límit de la llei.

Pretendre, com fa el CAC, aquest Argos mesquí del políticament correcte, que el periodista assoleixi el paper de l'home d'Estat (sense legitimitat democràtica, per cert) i sigui la veu de l'interès de la nació suposa la destrucció "de facto" del quart poder, com ja s'ha denunciat des de l'estranger, i és quelcom que no sé si qualificar d'absurd o de malèvol. Probablement sigui una mescla d'ambdós.


http://justicia.bitacoras.com
Anònim ha dit…
Señor Donaire:

Da un poco de miedo que un diputado de un partido tan seguido escriba un comentario como el anterior.

Para empezar, empieza dando por sentado que es usted el encargado de decidir lo que es veraz o no. Y lo hace además con mentira. Con mentira porque en los programas de la COPE está perfectamente delimitado lo que es opinión y lo que es información por lo que su argumento principal (que se engaña al presentar como información la opinión) es falso. Pero para terminar de reforzar su argumento saca unas frases de contexto y las planta ahí como si nada.

Si FJL ha dicho que "todas las personas que atacan a la Generalitat corren el riesgo de recibir un tiro en la nuca" o que "Montilla quiere crear otro GAL para matar terroristas", ¿por qué no lo denuncian? Porque a mí me parece muy grave decir lo que supuestamente ha dicho el señor Losantos. O, si la ley no persigue al difamador, ¿no deberían cambiarla? ¿NO ES USTED UN PARLAMENTARIO DE CATALUÑA, SEÑOR DIPUTADO? ¿NO ES EL PARLAMENTO LA SEDE DEL PODER LEGISLATIVO?

Su argumento da miedo porque es usted un militante y diputado de un partido con un enorme peso y porque en él hay una ausencia absoluta de conocimiento del estado de derecho.

Para mí no es una sorpresa: nunca ha sido la defensa del estado de derecho el fuerte de la izquierda, y menos si además es nacionalista.

Por último, me gustaría comentar la peregrina idea de que como el CAC sancionaría a posteriori, no se puede decir que aplique la censura. Esto equivale a afirmar que con Franco, desde la ley Fraga que eliminaba la censura previa (1966), no había censura.


Muy ejemplar todo. Muy democrático, ¿verdad, señor antifranquista?
Anònim ha dit…
Veo Don Lucien que está usted metido en muchas guerras, bueno como otros ¿no?.

En cuanto a la COPE y a su "sanción" por el organismo adjudicatario de frecuencias de Catalunya, previó informe del CAC, que voy a decirles, las frecuencias de radiodifusión, al igual que las de televisión y al igual que todos los medios de comunicación, son un servicio público, un servicio que no se otorga indiscriminadamente sinó que debe realizarse bajo unos criterios objetivos al igual, y eso es la clave, que su suspensión, nada tiene que ver la "libertad de expresión", la suspensión de frecuencias es a posteriori no a priori, por tanto podemos criticar los criterios tanto para la selección como para la adjudicación de frecuencias que configuran un concrato entre partes y también para la suspensión de este contrato, pero señores, la libertad de expresión es otra cosa, podemos opinar en contra o a favor de la regulación, podemos estar de acuerdo o no con los principios objetivos o subjetivos de la misma, pero señores, la alegación de violar la libertad de expresión es otra de las manipulaciones y mentiras urdidas por la COPE y en las que les ruego, NO CAIGAN USTEDES.

Saludos

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