A por ellos

No sé si es este dolorcillo persistente en el costado. O los tres artículos que aún no he escrito (Judith, perdona). O el cansancio de diez días de campaña, que hacen que me sienta un poco mormón con mi Estatuto y mi corbata llamando a las puertas: -"Señora, ¿ha oído usted la voz de López Casasnovas?" - "Espere un momento que se me queman las croquetas". O a lo mejor es que tengo sin saberlo la crisis de los 38, que están al caer. No sé. Pero hoy transito con la moral baja.

El caso es que hoy quería hablarles de un cretino que intenta ganar votos a cambio de eliminar libertades. Hablarles de un partido que cambia de opinión porque perdió un debate, aunque ello implique poner en peligro una apuesta por la paz. Hablarles del éxodo que no cesa y evidencia la herida de todo un continente. Y la cicatriz de la humanidad. Y la vergüenza. Hablarles del último brote de una estupidez colectiva. La antesala de una catástrofe...

Pero me he dado cuenta que el viernes empieza el Mundial. O sea, que casi lo dejo para más adelante.

Por cierto. Reyes y Joaquín de carrileros. Y en la medular, Iniesta y Xavi. Fijo.