La entrevista


Los focos son como seis grandes soles que llenan el estudio de haces de blanco. Parecen espigas de luz. Max se siente abrumado mientras una estilista con un escote imposible le embadurna la cara con una capa de maquillaje. Prueba el micrófono y el regidor le suplica una vez más que no lo toque, que se limite a hablar de forma natural. "Ésta es su cámara", le comenta un zagal con los pantalones caídos, que muestra orgulloso la marca de su slip. ¿Mi cámara? piensa Max. ¿Y para qué quiero yo una cámara?.

La realizadora del programa tiene unos tacones tan altos que parece el elefante que Dalí escondió en Púbol. O mejor, aquellos equilibristas del Circo que se pasearon por el pueblo alzados en unos inmensos zancos. Habla tan deprisa que Max apenas entiende nada. "Cuandosenciendalocho, entrasted ysesientenelsofadeladerecha yespera quelesaludeMamen. Nohablestaquenoselodiga ynomirelacámara". Mamen es la presentadora. Parece que se ha escapado de un cuadro de Modigliani. Es tan esbelta que diría que está a punto de evaporarse. Los focos siguen calentado el plató, casi en ebullición.

Empieza el programa. Mamen sonríe. En el escenario, unos sofás con forma de labios se van ocupando por políticos sometidos al acoso impenitente de la presentadora. Critica los impuestos, las retribuciones, los maletines, las obras, los servicios. Y mientras se mofa de los incautos políticos locales, el público ríe al son de un realizador que mueve los gestos como un director de orquesta. Hundidos en los sofás los cinco alcaldes intentan mantener la dignidad mientras improvisan frases exculpatorias.

Finalmente, entra Max. Mamen le espera como un verdugo ante el cadalso, con su capucha negra y su enorme hacha afilada con restos de sangre. Incluso le parece ver el capellán balbuceando unas últimas oraciones. La corbata le aprieta tanto el gaznate que siente que el aire apenas fluye por un desfiladero angosto, demasiado estrecho. Los focos parecen fuera de control y ahora queman el aire como si se tratase de un globo aerostático. La boca está seca como la mojama, como los barrizales en verano.

Cuando es Fiesta Mayor, toda la comarca acude al reclamo de las atracciones, de los conciertos en la plaza y los animados correcalles. Apenas queda rastro de la Feria del ganado, que antaño reunía hasta 3.000 reses. Hoy es una modesta carpa donde se sitúan un concesionario de coches, varias carnicerías, la cooperativa o la Junta. Cuando entra Max, es recibido con todos los honores. Palmadas en la espalda, sonrisas de complicidad y parabienes que desbordan la timidez del concejal. Todos repiten una y otra vez la secuencia que ha hecho famoso, por un día, al modesto pueblo de la meseta. La feliz ocurrencia del concejal más célebre de la región.

- Es usted el representante de una mancomunidad de municipios que se han unido para promocionar turísticamente su región. Se han gastado (mira de reojo el telepronter) casi 100.000 euros en la atracción de visitantes. Señor... (vuelve a mirar el telepronter), señor Max ¿pero quién va a querer ir de vacaciones a una localidad como la suya?. ¿Qué atractivo puede tener su comarca?.

Max iba a hablar de campos, de iglesias, de la vida rural, de la gastronomía o de los canales. Pero no pudo reprimir su respuesta instintiva.

- Pues que es un lugar donde personas como usted nunca irán de vacaciones.

- Damos paso a unos minutos de publicidad.

Comentaris

perealblog ha dit…
Doncs en Max és un geni, segur que va atreure més visitants amb aquesta reposta que amb els tòpics. Per cert, es va reconduir la situació després de la publicitat ??
Donaire ha dit…
La pobre Mamen va quedar tan morta que no va poder aixecar el cap durant la resta del programa. Alguns l'han vista en un poble de la costa. Fa collarets de llautó i viu amb un alemany de dos metres curtit a Eivissa. Els seus amics confessen que per primera vegada a la seva vida és feliç.
Anònim ha dit…
impresionant, de veritat, m'encanta, feia temps que no em frapava res d'aquesta manera. crec que en Max, es una persona meravellosa, sincera i sobre tot integra.

Entrades populars