¿Renault?. No gracias
Si está usted pensando en comprarse un coche y contribuir a reactivar el sector, opte por el patrio Seat, por el simpático Mini, por el elegante Honda, el monótono Peugeot, el clásico Ford, el carísimo Audi, el coqueto Fiat, el robusto Volvo. Ahora bien, si ha pensado adquirir un Renault, y concretamente un Renault Megane Scenic, me permito sugerirle que se lo piense detenidamente.
Creo que mi Scenic ha pasado más tiempo en el taller que en la carretera. He contribuido a la prosperidad de los talleres de Sant Feliu de Guíxols en los últimos cuatro años. Cuando veo el rombo de Renault, me salen dos canas nuevas. Esta es la relación de incidencias del Scenic a lo largo de sus cuatro años de vida, que es casi un parte de guerra.
1. Nunca he podido abrir la puerta derecha desde fuera. Es muy divertido cuando alguien ha aparcado muy ajustado al lado del conductor y tienes que entrar al coche por las puertas traseras.
2. Los cuatro cristales de las puertas laterales se cayeron uno tras otro. Más o menos, uno cada mes. Mi teoría es que el ingeniero de Rénault es un cachondo y montó un sistema automático para regocijo de los usuarios.
3. La inyección siempre está estropeada. El tablero de mandos siempre me recuerda: "Revisar inyección" y no creo que se refiera a la insulina.
4. La radio del coche raya todos los compact discs. De hecho, soy un experto en música experimental. Mi Scenic ha convertido la banda sonora de "Hable con ella" en una especie de mantra satánico.
5. La pastilla del freno se desprendió en medio de la carretera. La secuencia es ésta: Primero, se oye "clonc"; después, ves en el retrovisor un objeto en medio de la carretera; a continuación, descubres que no tienes freno; y luego, gritas.
6. El limpiaparabrisas trasero no limpia el parabrisas. Eso sí, se mueve al compás de Mss. Robinson de Simon and Garfunkel, por lo que te entretiene en las largas travesías.
7. El carísimo recogecachivaches lateral se quedó sin tapa corredera en poco tiempo. Según me han comentado otros usuarios, la edad media de este trasto es de tres meses.
8. A partir de los 100 Km/h vibra como una batidora a reacción. Si alguien viene conmigo, tenemos que usar los cascos con radio de los motoristas porque es la única forma de mantener una conversación.
9. Cuando se encienden los faros, no se ven las indicaciones del tablero. Lo han leido bien. A la que se encienden las luces, el tablero electrónico se hace invisible a no ser que sea noche cerrada, de manera que no sabes (por ejemplo) a qué velocidad circulas. Por cierto, no funciona como excusa si te paran los Mossos.
10. No hay forma de apagar los faros automáticos si lo deseas. He, he, he. Qué cachondo es el ingeniero. Además, los faros se encienden si el sensor considera que hay poca luz (aunque sean las 12 del mediodía) y no hay forma de apagarlos.
11. El turbo se jubiló hace una semana, mientras iba a una reunión importantísima, claro. Porque el turbo del Scénic no se estropea un día cualquiera, un día del montón, no. Lleva un sensor que permite detectar el momento exacto en el que dejarte tirado, cuando más duele.
12. Es muy inestable en las curvas. Y cuando digo muy inestable quiero decir muy inestable.
13. Es dificilísimo aspirar el interior del coche. Hay unos 174 agujeros, huecos y ejes en el habitáculo. Cada uno de ellos, está ocupado por boligrafos, canicas, gomas, clicks, pen drives... que quedan incrustados por siempre jamás. Digamos que en el Mégane, el tuneado está dentro.
14. El eje nunca está bien calibrado. Esto no sé muy bien qué quiere decir, pero es lo que me dice siempre el mecánico, aunque se podría traducir al latín paladino como "Van a ser quinientos euros más".
15. El maletero no es estanco. Todas las cosas del maletero con un diámetro superior al de una caja registradora pueden aparecer en cualquier punto del coche después de un viaje. Y recuerden que hablamos de un interior lleno de agujeros negros.
16. El limpiaparabrisas automático no se activa cuando llueve, sino a partir de un complejo algoritmo que está estudiando un equipo del CIS desde hace tres años.
17. La chapa se abolla ante el impacto de un coleóptero (e incluso un himenóptero)
18. La conducción es incomodísima por la posición del volante y el cambio de marchas. ¿Recuerdan la película de Charles Chaplin, Tiempos Modernos?. A mi me pasa lo mismo: Después de cuatro horas de conducción, repito los gestos mecánicos de la conducción en medio de una reunión sobre presupuestos.
19. Me comentan que van a dedicar un programa de Bricomanía para explicar cómo abrocharse el cinturón de los pasajeros sentados en la parte posterior. "Hooola, amigos. Hoy vamos a enseñaros algunos consejos para ir seguros en un Scénic, con su cinturón y todo. Necesitaremos el martillo pilón, un percutor, dieciséis argollas de cabeza de pato, una lijadora, un trepanador y una hormigonera".
20. Si alguna vez se quedan sin batería, deben buscarla en la guantera. He, he, he, Qué ocurrentes estos ingenieros. Para los próximos modelos, les sugiero que lsa escondan un poco mejor, como por ejemplo en el interior de una rueda, en el taller o en la punta de antena.
En otras palabras, si alguna vez vuelvo a comprarme un coche y tuviera que escoger entre un Renault o el troncomóvil de Pedro Picapiedra, me quedo con el troncomóvil. Quiero decir el de Pedro Picapiedra.
Creo que mi Scenic ha pasado más tiempo en el taller que en la carretera. He contribuido a la prosperidad de los talleres de Sant Feliu de Guíxols en los últimos cuatro años. Cuando veo el rombo de Renault, me salen dos canas nuevas. Esta es la relación de incidencias del Scenic a lo largo de sus cuatro años de vida, que es casi un parte de guerra.
1. Nunca he podido abrir la puerta derecha desde fuera. Es muy divertido cuando alguien ha aparcado muy ajustado al lado del conductor y tienes que entrar al coche por las puertas traseras.
2. Los cuatro cristales de las puertas laterales se cayeron uno tras otro. Más o menos, uno cada mes. Mi teoría es que el ingeniero de Rénault es un cachondo y montó un sistema automático para regocijo de los usuarios.
3. La inyección siempre está estropeada. El tablero de mandos siempre me recuerda: "Revisar inyección" y no creo que se refiera a la insulina.
4. La radio del coche raya todos los compact discs. De hecho, soy un experto en música experimental. Mi Scenic ha convertido la banda sonora de "Hable con ella" en una especie de mantra satánico.
5. La pastilla del freno se desprendió en medio de la carretera. La secuencia es ésta: Primero, se oye "clonc"; después, ves en el retrovisor un objeto en medio de la carretera; a continuación, descubres que no tienes freno; y luego, gritas.
6. El limpiaparabrisas trasero no limpia el parabrisas. Eso sí, se mueve al compás de Mss. Robinson de Simon and Garfunkel, por lo que te entretiene en las largas travesías.
7. El carísimo recogecachivaches lateral se quedó sin tapa corredera en poco tiempo. Según me han comentado otros usuarios, la edad media de este trasto es de tres meses.
8. A partir de los 100 Km/h vibra como una batidora a reacción. Si alguien viene conmigo, tenemos que usar los cascos con radio de los motoristas porque es la única forma de mantener una conversación.
9. Cuando se encienden los faros, no se ven las indicaciones del tablero. Lo han leido bien. A la que se encienden las luces, el tablero electrónico se hace invisible a no ser que sea noche cerrada, de manera que no sabes (por ejemplo) a qué velocidad circulas. Por cierto, no funciona como excusa si te paran los Mossos.
10. No hay forma de apagar los faros automáticos si lo deseas. He, he, he. Qué cachondo es el ingeniero. Además, los faros se encienden si el sensor considera que hay poca luz (aunque sean las 12 del mediodía) y no hay forma de apagarlos.
11. El turbo se jubiló hace una semana, mientras iba a una reunión importantísima, claro. Porque el turbo del Scénic no se estropea un día cualquiera, un día del montón, no. Lleva un sensor que permite detectar el momento exacto en el que dejarte tirado, cuando más duele.
12. Es muy inestable en las curvas. Y cuando digo muy inestable quiero decir muy inestable.
13. Es dificilísimo aspirar el interior del coche. Hay unos 174 agujeros, huecos y ejes en el habitáculo. Cada uno de ellos, está ocupado por boligrafos, canicas, gomas, clicks, pen drives... que quedan incrustados por siempre jamás. Digamos que en el Mégane, el tuneado está dentro.
14. El eje nunca está bien calibrado. Esto no sé muy bien qué quiere decir, pero es lo que me dice siempre el mecánico, aunque se podría traducir al latín paladino como "Van a ser quinientos euros más".
15. El maletero no es estanco. Todas las cosas del maletero con un diámetro superior al de una caja registradora pueden aparecer en cualquier punto del coche después de un viaje. Y recuerden que hablamos de un interior lleno de agujeros negros.
16. El limpiaparabrisas automático no se activa cuando llueve, sino a partir de un complejo algoritmo que está estudiando un equipo del CIS desde hace tres años.
17. La chapa se abolla ante el impacto de un coleóptero (e incluso un himenóptero)
18. La conducción es incomodísima por la posición del volante y el cambio de marchas. ¿Recuerdan la película de Charles Chaplin, Tiempos Modernos?. A mi me pasa lo mismo: Después de cuatro horas de conducción, repito los gestos mecánicos de la conducción en medio de una reunión sobre presupuestos.
19. Me comentan que van a dedicar un programa de Bricomanía para explicar cómo abrocharse el cinturón de los pasajeros sentados en la parte posterior. "Hooola, amigos. Hoy vamos a enseñaros algunos consejos para ir seguros en un Scénic, con su cinturón y todo. Necesitaremos el martillo pilón, un percutor, dieciséis argollas de cabeza de pato, una lijadora, un trepanador y una hormigonera".
20. Si alguna vez se quedan sin batería, deben buscarla en la guantera. He, he, he, Qué ocurrentes estos ingenieros. Para los próximos modelos, les sugiero que lsa escondan un poco mejor, como por ejemplo en el interior de una rueda, en el taller o en la punta de antena.
En otras palabras, si alguna vez vuelvo a comprarme un coche y tuviera que escoger entre un Renault o el troncomóvil de Pedro Picapiedra, me quedo con el troncomóvil. Quiero decir el de Pedro Picapiedra.
Comentaris
Sort amb el cotxes.
Sólo piezas que tocaba cambiar por kilometraje.
Mala suerte, lo siento.
I confirmo els següents punts:
1. Nunca he podido abrir la puerta derecha desde fuera. YO LA TRASERA DERECHA.. NUNCA!!
4. La radio del coche raya todos los compact discs. IDEM! SOLO PUEDO ESCUCHAR LA RADIO.
8. A partir de los 100 Km/h vibra como una batidora a reacción. Y COMO JODE!!
9. Cuando se encienden los faros, no se ven las indicaciones del tablero. NI A MI! PERo TAMPOCO LOS CONTROLES DE CALEFACCION, AIRE ACONDICIONADO, ETC.
12. Es muy inestable en las curvas. Y cuando digo muy inestable quiero decir muy inestable. YO AUN DIRIA MAS! MUY PERO QUE MUY INESTABLE... Y CLARO UNO PASA A DIARIO POR UNA CARRETERA, QUE QUIEN LA CONOZCA, LA L'ESCALA A ROSES, PASANDOR POR SANT PERE... COMPICADITA, POR DECIR ALGO.
13. Es dificilísimo aspirar el interior del coche. AH! TENDRÍA QUE POBRARLO :-)
17. La chapa se abolla ante el impacto de un coleóptero. ES POSIBLE. CONSULTO LA WIKIPEDIA Y LO CONFIRMO.
18. La conducción es incomodísima por la posición del volante y el cambio de marchas. RECUERDOS DE MI ESPALDA!!
20. Si alguna vez se quedan sin batería, deben buscarla en la guantera. GRACIAS!!!!!!! HACE UN MES LA BUSQUE Y NO LA ENCONTRÉ EN NINGUN SITIO!! EN LA GUANTERA... TIENE GUASA...
Pues eso... que no se lo compren, este usuario tampoco lo recomienda... en la guantera... tela!!
Marc
Aspirar-lo? Uhm... el dia que m'hi posi, t'ho dic.
Miles de coches resultaron dañados, mobiliario urbano, viviendas, en fin, cualquier cosa sobre la que cayó el pedrisco.
En cualquier caso, los coches más perjudicados de chapa: los Renault.
http://www.km77.com/
Yo la usé para buscar el mio y estoy muy contenta. Pude comparar precios, equipamiento, fichas técnicas, pruebas y ver imágenes. No tenia tiempo de ir a cada concesionario para pedir información y esta página me lo solucionó. Con la información ya me fui directamente al concesionario que lo vendía.
Me ha encantado su post :)
Saludos,
Carmen